sábado, 12 de febrero de 2011

¡ME LO TUMBO, AH!

Lucha anticorrupción: nadie sabe para quién trabaja.

Por Augusto Álvarez Rodrich
Un sector del gobierno quiso utilizar algunos medios de comunicación para vincular a Alejandro Toledo con el mundo de la droga, en los planos personal –mostrándolo como adicto– y partidario –asociándolo a los Sánchez Paredes–, pero el tiro le salió por la culata.

Fuentes creíbles me comentaron ayer que, hace unos días, antes de las “tandas” de Caretas contra Toledo, el presidente Alan García habría comentado en una celebración informal en Palacio que, luego de las “revelaciones “que haría dicho medio, el candidato de Perú Posible quedaría seriamente golpeado.

Pero “las revelaciones” fueron tan débiles e indefendibles que, en vez de tumbarse a Toledo, acabaron tumbándose, en primer lugar, al mensajero. Existe consenso en que la patinada periodística es tremenda y que el error es tan infantil que genera sospecha legítima de si realmente fue involuntario.

Toledo, por su parte, sale fortalecido del ataque pues queda como víctima de un complot –papel que protagoniza con destreza y entusiasmo– y refuerza su posicionamiento de principal rival político de un presidente que es desaprobado por dos tercios de la población y que le arma complots para tumbárselo.

A partir de eso, Perú Posible acusó al gobierno de “guerra sucia”y pasó al contraataque señalando, a través de Carlos Bruce, que “el Apra como partido tiene mayores relaciones con los Sánchez Paredes y, si alguien debe ser investigado, son ellos”.

En este contexto, El Comercio denunció ayer que el hijo del secretario de la Presidencia de la República, Luis Nava, mantuvo vínculos con el clan Sánchez Paredes.

Simultáneamente, Jorge del Castillo, desmintió que su partido haya entregado las “pruebas” periodísticas contra Toledo, pero, curiosamente, también defendió las “denuncias” de Caretas. Para su desgracia, sin embargo, El Comercio también informó ayer que fuentes del Ministerio Público aseguran que a Del Castillo le habrían hallado indicios de enriquecimiento ilícito.

El gobierno aprista va a dejar un saldo económico positivo, pero, por todo lo que se está conociendo, saldrá con un fuerte olor a corrupción impregnado en su piel.

Anaya (a) “comepollo” por falsificar documentos para sustentar gastos operativos. Pero también fue una mala noticia pues comprueba que, hasta ahora, los únicos políticos que van a la cárcel por robar en el Estado son los que no tienen padrino en el gobierno. En todo este embrollo, fue una noticia positiva la sentencia de cinco años de prisión efectiva impuesta ayer al ex congresista José

Es, precisamente, el temor a que durante el próximo lustro político sí puedan ir a la cárcel lo que está llevando al sector del Apra comprometido con la corrupción a hacer lo increíble para impedir que Toledo llegue a Palacio otra vez.
Fuente:Diario La República

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